La nutrición clínica tiene una doble misión: curar y prevenir. Para conseguirlo, se realiza un diagnóstico sobre los cambios metabólicos y alimentarios relacionados con las enfermedades agudas o crónicas.



En esta parte de la nutrición buscamos reducir o eliminar los síntomas que puedas tener según tu problema, nutrirte bien para ganar salud y adaptar tu alimentación a tus circunstancias actuales, siempre buscando una mejora en tu calidad de vida. 

La nutrición digestiva no se encarga solo de las intolerancias, también estudia las alergias alimentarias y trabaja para sustituir estos alimentos por otros que nos aporten todos los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento de nuestro organismo. 

Evitar el exceso de alimentos procesados, grasas saturadas y azúcares añadidos también contribuye a una digestión saludable, estos alimentos pueden ralentizar el proceso digestivo, disminuir la microbiota intestinal saludable y contribuir a la inflamación intestinal.

Los problemas frecuentes que trata la nutrición clínica son: las alteraciones del aparato digestivo, las patologías renales o la obesidad

La aplicación de una alimentación clínica durante la enfermedad acelera la curación de heridas, reduce complicaciones tras intervenciones quirúrgicas, disminuye el tiempo de hospitalización, mejora la movilidad, acelera la recuperación del paciente e incrementa la supervivencia en casos de patologías graves. En definitiva, mejora tu calidad de vida.

Además de sus beneficios individuales, la nutrición clínica también reduce los costos de atención médica. La creciente demanda de especialistas en este campo se debe, precisamente, a la relevancia que ha adquirido la nutrición clínica en los últimos años.

¿Quieres saber más sobre la nutrición clínica y cómo puede ayudarte a mejorar tu salud y bienestar?

 

Una microbiota intestinal desequilibrada va a empeorar cualquier enfermedad y va a causar en ti síntomas muy molestos como gases, hinchazón abdominal y estreñimiento o diarrea. 


 

La aplicación de una alimentación clínica durante la enfermedad acelera la curación de heridas, reduce complicaciones tras intervenciones quirúrgicas, disminuye el tiempo de hospitalización, mejora la movilidad, acelera la recuperación del paciente e incrementa la supervivencia en casos de patologías graves. En definitiva, mejora tu calidad de vida.

Además de sus beneficios individuales, la nutrición clínica también reduce los costos de atención médica. La creciente demanda de especialistas en este campo se debe, precisamente, a la relevancia que ha adquirido la nutrición clínica en los últimos años.

Conocer todas estas variables nos ayudarán a crear un plan de alimentación adaptado a las necesidades de tu patología actual. También nuestro cuerpo agradecerá que su sistema digestivo funcione con normalidad y sea saludable.

 

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