La nutrición clínica tiene una doble misión: curar y prevenir. Para conseguirlo, se realiza un diagnóstico sobre los cambios metabólicos y alimentarios relacionados con las enfermedades agudas o crónicas.



La nutrición clínica sirve para preservar y mejorar la salud de los pacientes hospitalizados o en tratamiento. Sabiendo qué alimentos son beneficiosos para tu estado de salud, mejorarás considerablemente tus dolencias o patologías. 

Esta parte de la nutrición se basa en conocer bien los nutrientes y cómo éstos afectan a tu cuerpo. Además de diseñar dietas equilibradas para prevenir enfermedades, la nutrición clínica también se encarga de crear suplementos alimenticios para aquellas personas con dificultades para comer. 

Nuestra alimentación debe adaptarse a cada etapa de la vida y, de eso, se encarga también la nutrición clínica. Con su ayuda te recomendaré los alimentos que mejor se adaptan a ti y a tu vida actual. 

Los problemas frecuentes que trata la nutrición clínica son: las alteraciones del aparato digestivo, las patologías renales o la obesidad

La aplicación de una alimentación clínica durante la enfermedad acelera la curación de heridas, reduce complicaciones tras intervenciones quirúrgicas, disminuye el tiempo de hospitalización, mejora la movilidad, acelera la recuperación del paciente e incrementa la supervivencia en casos de patologías graves. En definitiva, mejora tu calidad de vida.

Además de sus beneficios individuales, la nutrición clínica también reduce los costos de atención médica. La creciente demanda de especialistas en este campo se debe, precisamente, a la relevancia que ha adquirido la nutrición clínica en los últimos años.

¿Quieres saber más sobre la nutrición clínica y cómo puede ayudarte a mejorar tu salud y bienestar?

 

Los problemas frecuentes que trata la nutrición clínica son: las alteraciones del aparato digestivo, las patologías renales o la obesidad


La aplicación de una alimentación clínica durante la enfermedad acelera la curación de heridas, reduce complicaciones tras intervenciones quirúrgicas, disminuye el tiempo de hospitalización, mejora la movilidad, acelera la recuperación del paciente e incrementa la supervivencia en casos de patologías graves. En definitiva, mejora tu calidad de vida.

Además de sus beneficios individuales, la nutrición clínica también reduce los costos de atención médica. La creciente demanda de especialistas en este campo se debe, precisamente, a la relevancia que ha adquirido la nutrición clínica en los últimos años.

 

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